EL FUEGO CREADOR que «YO SOY» es la Llama de Dios. Su Presencia
Maestra está anclada en el corazón de
todos los hijos de Dios, aunque en algunos no es sino una chispa. Sin embargo,
al tratarla correctamente, esa chispa puede convertirse en un gran Fuego
Creador y una Llama Consumidora.
Esta
Magna Presencia en sus actividades múltiples, es la actividad omnipresente que
todos pueden usar sin limitación, solamente si pudieran quitar de su
conciencia aquello que no es sino apariencia y que los ha atado a través de
años sin fin.
Hoy,
el Cetro de Poder y Autoridad está a la vista frente a cada estudiante que va
adelantando. Al principio puede alcanzarlo mentalmente y tomar ese Cetro de
Autoridad y usarlo; pero pronto se dará cuenta de que lo puede usar casi
tangible y visiblemente.
No
es una promesa vana que aquellos que buscan la luz recibirán este dominio.
Cuando atravesamos un bosque sabemos que podemos regresar por el mismo
sendero, pero la decisión es nuestra. Asimismo, después de centenares de años
buscando poder y autoridad en lo exterior, encontramos que mañana habrá
desaparecido, como si estuviera sobre arena movediza.
Por
la aceptación gozosa de tu dominio Divino puedes pisar firmemente la base
segura de la Roca de la Verdad, que es Dios mismo, y de la cual ningún
disturbio exterior puede jamás tocarla una vez que tú lo hayas aprendido por
experiencia propia.
Los
estudiantes de la Verdad se preguntan por qué vacilan ellos en su decisión de
mantenerse firmemente asidos o anclados en la PRESENCIA DE DIOS, ya que esto
representa el dominio que andan buscando. No analizan la forma en que están
actuando para indagar qué es lo que están haciendo que les cause tal
perturbación y duda; pero para aquellos que aprovechan la autoridad que les
pertenece e investigan profundamente en sus propias causas, les será muy fácil
separar la cizaña de los granos de oro y sentirse pronto libres de la
perturbación que les hace dudar de ellos mismos, y hasta de la PRESENCIA DE
DIOS, que late en sus corazones.
Cuando
los estudiantes tengan consigo mismos y con Dios, la PRESENCIA «YO SOY», la
suficiente honradez para arrancar todo lo que esté causando ese disturbio interior,
sentirán esa Magna Luz, irradiación del Gran Ser Divino, y encontrarán que con
poco esfuerzo e inteligencia se convierte en Poder. Fuerza y Seguridad asidos a
esa Roca de la Verdad que es una de estas Grandes Joyas del Reino de Dios; y
esta Luz deslumbradora los envolverá a la más leve invitación.
¡Oh
estudiante de hoy! Manténte asido a esta Magna Presencia que late en tu
corazón, cuya vida fluye a través de tus venas, cuya energía se derrama en tu
mente. Tú tienes libre albedrío y puedes calificarla y bendecirla para que te
perfeccione o te haga imperfecto. Recuerda siempre que por aquello de no
invocar esta Magna Presencia te has encontrado creando inarmonías y desórdenes.
TIENES QUE DARTE EL TIEMPO SUFICIENTE
PARA LOGRAR EL PLENO RECONOCIMIENTO A ESTE GRAN PODER Y ENTREGARLE TODA LA
ACTIVIDAD DE TU VIDA.
NO TE IMPACIENTES PORQUE LAS COSAS NO SE COMPONGAN TAN
RÁPIDAMENTE COMO A TI TE GUSTARÍA. ELLAS FUNCIONAN DE ACUERDO CON LA VELOCIDAD
DE TU PROPIA ACEPTACIÓN Y LA INTENSIDAD DE TUS SENTIMIENTOS.
Esta
gran energía que surge a través de tu cuerpo y mente, es la pura energía
electrónica de Dios, la Gran Presencia «YO SOY». Si tus pensamientos son
mantenidos gozosamente en tu ser divino, como origen de tu ser y tu vida, esa
energía pura electrónica actuará sin cesar, e incontaminada, por calificación
discordante humana.
Pero
si tú permites, consciente o inconscientemente, que tu pensamiento comience a
infestarse con la discordia que a menudo lo rodea, tú mismo le cambias el color
y la calidad de esta energía radiante y pura.
Ella
está obligada a actuar, y tú eres el que dicta cómo ha de comportarse hacia ti.
No creas jamás que tú puedes escapar de este hecho sencillo. Es una Ley
inmutable y ningún ser humano puede cambiarla. Los estudiantes tienen que
comprender y mantener esta actitud si desean hacer progresos continuos.
Yo
les digo amados míos, que por más que duden, teman y se rebelen ante la
autocorrección, ella es la puerta abierta a su propia gran iluminación y
libertad de toda la limitación humana exterior.
Hay
muchos estudiantes que cuando llegan a un cierto grado de comprensión, los
resultados de sus actividades purificadoras les son revelados y enfrentándose
a los muchos errores cometidos y que hay que corregir, se desconsuelan
criticándose y condenándose ellos mismos y a Dios. Este es otro gran error.
Todo aquello que les es revelado para ser corregido, debe alegrarles
grandemente, puesto que es una oportunidad para adelantar corrigiéndose errores
que antes estaban ocultos. Conociendo que Dios es el poder de pensar, saben que
tienen dentro el poder de corregirse y deben poner manos a la obra.
La
vida de Dios que les late en el pecho es prueba suficiente de que poseen la
inteligencia y el Poder de Dios con que disolver y consumir todos los errores y
creaciones discordantes que han fabricado en su contorno, consciente o
inconscientemente, y pueden decirles a estas creaciones indeseables:
«YO SOY LA MAGNA LLAMA CONSUMIDORA QUE AHORA Y PARA SIEMPRE
DISUELVE TODO ERROR PASADO Y PRESENTE, SU CAUSA Y SU NÚCLEO Y TODA CREACIÓN
INDESEABLE, POR LO CUAL MI SER EXTERNO SEA RESPONSABLE».
Es
extraño, pero parece que los estudiantes tienen dificultades para anclarse en
el reconocimiento del poder ilimitado que manejan cuando pronuncian «YO SOY»,
cuando hasta el intelecto, que es sólo la actividad externa, sabe esto. Los
estudiantes deben intensificarlo con todo su empeño, sintiendo intensamente la
verdad de ello, y entonces encontrarán gran rapidez y poder adicional al
usarlo. Yo te digo, amado estudiante, que ha llegado el momento en que puedas
usar este poder con gran autoridad para desatarte de las cadenas de limitación
que te han aprisionado por tanto tiempo.
Ponte
con determinación a ordenar tu casa. Si fueras a albergar un huésped
distinguido, no dudo que pasarías días trabajando con ahínco, puliendo y
preparando todo para recibirlo. ¡Cuánto más importante es el preparar para
este gran principio de amor y paz, el principio del Fuego Consumidor que
habita dentro de ti y controla el elemento fuego!
Cuando
uno piensa en Oromasis, príncipe del elemento Fuego, está pensando en la llama
del fuego creador y está invocando su ayuda en el avivamiento de este poder
creador, lo cual trae resultados inimaginables.
Cuando
tú hablas en el Nombre, Poder y Autoridad del Gran «YO SOY», estás soltando
energías sin límites para que se cumplan tus deseos. ¿Por qué, entonces, seguir
permitiendo que la duda y el temor te acosen cuando «YO SOY» es la puerta
abierta de la opulencia de Dios, esperando para derramarse en salud,
bendiciones y prosperidad? Atrévete a ser, a sentir y a utilizar esta Magna
Autoridad, Dios en cada uno.
¡Amado
estudiante! ¿No te das cuenta de que puedes manifestar la perfección en unos
minutos o en unas pocas horas, tomando la determinación de afirmar con
suficiente intensidad.
«YO SOY LA INMENSA ENERGÍA ELECTRÓNICA
QUE FLUYE, QUE RENUEVA, QUE LLENA CADA CÉLULA DE MI MENTE Y MI CUERPO YA, EN
ESTE MISMO MOMENTO?». ¿No ves tú que a pocos minutos u horas
puedes disipar cualquier disturbio de mente o cuerpo y permitir que esa pura
Magna Energía haga su labor sin influencia, sin ser afectada o colorida por
elemento alguno de tu propio pensamiento? Si tú puedes renovar un nervio, un
órgano, construir cualquier miembro de tu cuerpo a su original perfección, casi
inmediatamente, ¿por qué no sentirlo y utilizarlo? Y a medida que experimentes
los resultados admirables, asombrosos, tu fe y confianza saltarán a efectuar
su perfecta actividad y tu mente adquirirá toda la confianza necesaria en esta
gran Presencia y Poder y su uso Omnipresente e ilimitado[1].
Cuando
parezca haber una falla de energía, plántate alegre y seguro con
determinación, y declara:
«YO SOY LA MAGNA PRESENCIA DE ESTA
ENERGÍA ALERTA Y RADIANTE QUE SURGE A TRAVÉS DE MI MENTE Y MI CUERPO,
DISOLVIENDO TODO LO QUE SEA DIFERENTE A ELLA MISMA. YO ME PLANTO PARA SIEMPRE
EN ESTA ALERTA Y RADIANTE ENERGÍA Y GOZO PARA SIEMPRE».
Tú
puedes pasar esta energía pura por tu mente y tu cuerpo así como paso yo mi
mano por tu frente. En mi memoria no existe un momento en que haya habido
tanta asistencia al alcance del estudiante de la luz y tú debes aprovecharlo
con intenso gozo.
Al
principio, si no sientes ninguna fuerza electrónica pasar a través de ti, de
ninguna manera creas que no has recibido esta gran energía, ya que tú la has
ordenado con la autoridad de Dios «YO SOY», a que fluya por tu mente y tu
cuerpo.
Lo
mismo se puede hacer por los negocios o asuntos que no estén manifestando todo
el orden y armonía que se desee. Puedes ponerte de pie (porque esto te hace
sentir la autoridad) e invocar a tu gran presencia «YO SOY» y mandarla al
mundo de tus negocios. Ordénale que consuma todo lo que no sea igual a ella
misma y que lo reemplace con la perfección de Dios que «YO SOY». Ordénale que
se mantenga a sí misma, que manifieste su autoridad incesante y que limpie tu
mundo de toda cosa discordante. Y terminas declarando:
«YO SOY LA SUPREMA AUTORIDAD, DIOS EN ACCIÓN».
No
es necesario ponerse tenso ni tampoco permitir que el cuerpo se ponga tenso,
sólo debemos subir en la supremacía y dignidad de nuestra autoridad divina y
limpiar todo lo que necesite ser limpio. Al hacer esto, no es necesario hablar
con voz fuerte, sino con voz baja, pero con tono de Maestría.
Ponte
de pie en tu cuarto y declara:
«YO SOY DUEÑO DE MI PROPIO MUNDO. YO SOY LA VICTORIOSA
INTELIGENCIA QUE LO GOBIERNA. YO ORDENO A ESTA GRAN RADIANTE E INTELIGENTE
ENERGÍA DE DIOS QUE ENTRE A MI MUNDO, LE ORDENO QUE ME TRAIGA LA OPULENCIA DE
DIOS, HECHA VISIBLE A MIS MANOS Y PARA MI USO. LE ORDENO QUE CREE TODA LA
PERFECCIÓN. YO NO SOY YA MÁS EL NIÑO EN CRISTO, SINO LA PRESENCIA MAESTRA QUE
HA ALCANZADO SU PLENA ESTATURA. YO HABLO Y ORDENO CON AUTORIDAD».
Se
pueden disolver los errores cometidos y recrear inmediatamente la perfección
que se desea. Saber que es autosostenida, siempre que no se mezcle con
actividades destructivas del pensamiento y el sentimiento.
Yo
deseo mucho que tú sientas que ERES LA ÚNICA AUTORIDAD EN TU MUNDO. No temas
jamás que al perfeccionar tu mundo vas a desfigurar el mundo de otro o de otros
mientras tú no tengas intención de dañar a alguien. Tampoco importa lo que
digan los demás, o cuánto intenten ellos interrumpirte con sus dudas, temores
y limitaciones. Tú eres la suprema autoridad en tu mundo y todo lo que tienes
que hacer es decir, cuando te acosen esas condiciones:
«YO SOY EL GRAN CIRCULO MÁGICO DE PROTECCIÓN ALREDEDOR MÍO
QUE ES INVENCIBLE, QUE REPELE TODO ELEMENTO DISCORDANTE QUE INTENTA ENTRAR A
MOLESTARME. YO SOY LA PERFECCIÓN DE MI MUNDO Y ÉSTA ES AUTOSOSTENIDA».
¡Oh
amado! Ya no es necesario vacilar, inquirir y preguntar acerca de que «YO SOY
la Autoridad». Anda, atrévete, usa esta autoridad de Dios que se expresa en el
«YO SOY» de todo cuanto existe. Porque tú has estado deseando la Presencia de
los grandes Seres Ascendidos. Pues decreta:
«YO SOY LA PRESENCIA VISIBLE DE
AQUELLOS LLAMADOS ASCENDIDOS MAESTROS QUE DESEO VER APARECER AQUÍ ANTE MI Y CUYA
ASISTENCIA INVOCO».
Ha
llegado el punto en que puedes descargar toda discordia de tu mente. Llena tu
mente con esta esencia electrónica pura y ninguna discordia podrá entrar
mientras tú la mantengas llena con esta Presencia. Te repito que tú eres la autoridad
en tu mundo y si tu pensamiento está lleno de esta Esencia, no puede tocarlo
siquiera ninguna discordia. Vamos a tomar esta autoridad y la vamos a usar,
vamos a limpiar toda discordia y vamos a declarar sin vacilación alguna:
«YO SOY LA SUPREMACÍA DEL HOMBRE». A
DONDE QUIERA QUE YO ME DIRIJA. "YO SOY" DIOS EN ACCIÓN».
[1]
Las Huestes de Ángeles se regocijan del regreso del viajero que tanto tiempo ha
buscado autoridad en el exterior, no habiendo encontrado sino tusas. Después
que su energía ha sido gastada, vuelve a casa y ahí encuentra la fuente que lo
reconstruye de todas las discrepancias, aún la llamada «vejez». Entonces
puedes mostrarte renovado en la plenitud de juventud y poder, porque así es el
sendero de la vida de Dios.
Hace
que se mantenga una maravillosa acción vibratoria expresando cuando cada uno
habla suavemente. ¡Si pudieras ver la acción interior disipando al instante
toda discordia!